Voy a hacer una fiesta.
Y todos dicen BIEN, y la rana:
(Cantando) ¡Que bien me lo voy a pasar! ¡Que bien me lo voy a pasar!
Y dice otra vez el rey:
Vamos a tener atracciones y caramelos.
Y todos BIEN, y la rana:
¡Que bien me lo voy a pasar! ¡Que bien me lo voy a pasar!
Y el rey hasta las narices de oír a la rana, dice:
Van a estar todos los animales, menos uno que es verde, con ojos saltones y pegajoso.
Y todos BIEN, y la rana:
¡Que bien! ¡Que se joda el cocodrilo!
El primero lleva un halcón le saca la capuchita y lo suelta a volar. A los pocos segundos el halcón estaba bastante alto, saca una pajita del bolsillo y la tira al aire, el halcón baja en picada alcanzando la velocidad de 120 Km. y logra recoger la pajita antes de que ésta caiga al suelo, le dan un puntaje de 8 puntos.
Ahora le toca el turno al segundo, éste trae un águila real, le quita la capucha, la suelta a volar y cuando está bien alto, saca una pajita, la parte en dos y la tira al aire, el águila baja en picada a la velocidad de 160 Km. y logra recoger los dos pedazos antes de que toquen el piso, le otorgan 9 puntos.
Le toca el turno al tercero, éste trae un lorito de su granja y se le escucha gritar:
¡Sácame ya esta porquería de la cabeza que no veo nada!
Cuando lo hace el loro se escapa a volar, cuando va muy alto el amo saca una pajita, la parte en tres y la tira al aire, el loro baja en picada alcanzando la vertiginosa velocidad de 240 Km., y cuando se va acercando al piso le grita al dueño:
¡Tira más paja infeliz, que me mato!
De repente llega otro murciélago con la boca bañada en sangre, y los otros murciélagos se quedan asombrados y le preguntan:
¿Oye, dónde conseguiste tanta sangre?
Y el murciélago le responde:
¿Ven esa pared que esta allá?
Y los murciélagos responden:
¡Sí!
Bueno, yo no la vi.
Porque les costó un huevo tenerlos.
Oiga compadre, y cómo le fue en su viaje a la selva, ¿No le pasó nada?
Pues, fíjese que sí compadre, cuando llegué, estaba allí en la selva muy tranquilo cuando me empezó a seguir un león.
¿Y qué hizo, compadre? Pregunta el otro compadre.
Pues yo compadre, hice lo que cualquier otra persona hubiera hecho, yo empecé a correr, pero después que sale otro león y otro león.
¿Qué hizo compadre? Dice el otro.
Pues yo no más corría y corría y mira, va que se iban cayendo los leones detrás de mí, se volvían a parar y se volvían a caer, y yo seguía corriendo.
Le dice el otro compadre:
Y, ¿No se cagó del susto compadre?
Pues, ¿En qué cree que se estaban resbalando los leones cuando se cayeron?
Si te encuentras con un león, persígnate, reza, y después te tiras al suelo, y el león no te hará nada.
El hombre va a la selva, y se encuentra con un león, se pone a rezar y se tira al suelo.
El león se pone a rezar y el hombre dice:
¡Un milagro, un milagro!
El león le responde:
¿Cuál milagro? ¡Yo siempre rezo antes de comer!
No hay comentarios:
Publicar un comentario